Es un grito apretado,
desgarrado y sin eco,
que los pájaros, tan sólo,
escuchan, cual lamento.

Palabras nunca oídas.
Regado tu desierto
con lágrimas amargas,
secadas, por el viento.
            ®Susana Villafañe
 

Por las calles dormidas, con su andar taciturno.
En otoños pasados, su mirada perdida.
Arremete en la orilla el mar inoportuno.
Y Celene se esconde, con vergüenza y deprisa.

Los duendes que se ocultan, le miran doloridos.
No habrán otros veranos que le vean pasar.
Se preguntan ¿Qué habrá tras el sombrío destino?
El paisaje está triste; Él conoce el final.

¿Hacia dónde te vas pasajero de estío?
¿Porqué llevas contigo, melancólica vida?
¿Quién va a guiar tus pasos al ocaso y olvido?
Déjanos por lo menos, el eco de tu risa.
 

                                   ®Susana Villafañe